En un abrir y cerrar de ojos

Era un secreto a voces que el PP no tenía ninguna intención en que la comisión de espionaje prosperara y sacara conclusiones claras. Cuando "El País" comenzó a publicar todos los partes de segumiento a altos cargos del partido popular, al gobierno regional madrileño no le quedó más remedió que organizar una comisión en la que se valió de su mayoría para dirigirla a su antojo ante la impotencia de toda la oposición. Apenas hubo un par de sesiones y se dió por concluida, según la presidenta de ésta por no existir ninguna prueba que inculpara a ninguno de los "acusados" por algunos medios.
No nos gusta acusar sin pruebas, y no somos nosotros los que debemos decir si son culpables o no, pero la forma de cerrar la comisión dice mucho sobre las posibilidades de que esto haya ocurrido realmente. A los vecinos de la comunidad sólo nos queda observar impasiblemente cómo se ha hecho caso omiso a pruebas tan claras que los propios espiados han llegado a confirmar. Asi que ahora a esperar a que este tema se lleve a los tribunales, porque una investigación en la que el investigador y el investigado son la misma persona... En fin, que los jueces determinarán pero desde luego parece que el tema no va a acabar aquí.
Un último dato: En el pleno del Gobierno Regional que votó por mayoría absoluta el cierre de la investigación interna sólo faltaron dos caras. Se trataba justo de los dos parlamentarios supuestamente espiados. Y es que de casualidades está la vida llena...