Lo cierto es que, tras la muerte de Álvaro Ussía en los aledaños de un local nocturno, se armó un gran revuelo social entorno a los controladores de acceso (porteros de toda la vida) a las discotecas.
A partir de ese momento, y por orden del Gobierno de la Comunidad de Madrid, todo aquel interesado en velar por la seguridad de la noche madrileña debía superar dos pruebas (una de conocimientos y otra psicológica) una vez que cumpliese unos determinados requisitos (mayoría de edad, permiso de residencia, no tener antecedentes penales...).Examen. Elpaís.com
Pero, a pesar de la muchedumbre de “guardianes de la noche” que se preveía, únicamente el 20% de los porteros que ejercen en la comunidad se han presentado al famoso examen. Incluso 174 quedaron excluidos de la prueba por no cumplir los requisitos (¿será porque se reservaba el derecho de admisión?).
Bromas a parte, la cifra de presentados es muy inferior a la esperada y es que nadie duda que conocer la Constitución española por cuestiones profesionales no es muy apetecible. Aquí se demuestra quienes tienen verdadera vocación (y no por el derecho precisamente) por ejercer una labor puesta continuamente en el ojo del huracán.
Con esta situación, los jóvenes podrían ilusionarse con un control y una seguridad anárquica en los bares de copas, pero que nadie se llene de euforias, que no por menor número de porteros con capacidad legal para ejercer existirán más facilidades.
Avisados quedan.
A partir de ese momento, y por orden del Gobierno de la Comunidad de Madrid, todo aquel interesado en velar por la seguridad de la noche madrileña debía superar dos pruebas (una de conocimientos y otra psicológica) una vez que cumpliese unos determinados requisitos (mayoría de edad, permiso de residencia, no tener antecedentes penales...).Examen. Elpaís.com
Pero, a pesar de la muchedumbre de “guardianes de la noche” que se preveía, únicamente el 20% de los porteros que ejercen en la comunidad se han presentado al famoso examen. Incluso 174 quedaron excluidos de la prueba por no cumplir los requisitos (¿será porque se reservaba el derecho de admisión?).
Bromas a parte, la cifra de presentados es muy inferior a la esperada y es que nadie duda que conocer la Constitución española por cuestiones profesionales no es muy apetecible. Aquí se demuestra quienes tienen verdadera vocación (y no por el derecho precisamente) por ejercer una labor puesta continuamente en el ojo del huracán.
Con esta situación, los jóvenes podrían ilusionarse con un control y una seguridad anárquica en los bares de copas, pero que nadie se llene de euforias, que no por menor número de porteros con capacidad legal para ejercer existirán más facilidades.
Avisados quedan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario